La aventura que me prepara el destino como miembro del TRICANOBLE me lleva esta vez hasta tierras catalanas, y digo aventura porque meterse a competir con ciclistas (deportistas que triplican el kilometraje de bici a un triatleta) no es moco de pavo, además de coger todos los bártulos y meterte en un tren hasta la punta de España, pero así somos los de Noblejas, tenemos un par….
La competición empieza el viernes días 17 de abril, sobre las 16.00 horas estaba prevista la contrarreloj individual de unos 15 km por el pueblo de Peralada.
Pero no podía faltar tampoco en esta competición la lluvia, retrasando media hora la prueba y haciendo el recorrido bastante peligroso, por el asfalto mojado.
Una vez que estaba colocada en la rampa de salida me olvide del clima y solo escuchaba la cuenta atrás del juez con los músculos tensos para dar lo mejor y aunque intente arriesgar todo lo que pude, me vi obligada en algún cruce a tirar de frenos.
Pero el esfuerzo dio sus frutos y conseguí la tercera plaza a un minuto de la segunda.
Solo un apunte para los agricultores de España, cuando haya sequia nada de sacar en procesión a un Santo, sacad a la TRITATA en bici, que diluvia seguro.
Olvidada la euforia del pódium, tomamos fuerzas para el día siguiente que aun nos esperaba la prueba de ruta de 60 km, con un puerto de 16 km.
El sábado se despertó con un esplendido sol y todos mirábamos al cielo con esperanzas de que se mantuviese así durante la carrera, ya que las previsiones daban fuertes lluvias por la tarde.
Como la mala suerte me persigue un poquillo, se me complicaron las cosas y los cambios de la bici me dieron problemas. Menos mal que la organización tuvo presente estos contratiempos que todo ciclista tiene y concertó con una tienda de deportes ayuda técnica y para mi tranquilidad pudimos arreglarlo.
Así que a las 16.30 horas estaba a punto para tomar la salida y aunque hizo un amago de llover, tuvimos una soleada tarde. Mujeres y veteranos tomamos la salida a toda marcha ya que hacíamos 20 km menos que el resto y debíamos enlazarlos en carrera.
Tengo que decir que el ritmo del pelotón fue muy alto para mis posibilidades y en el puerto me descolgué del grupo, pero en ningún momento mi moral se vio mermada y seguí pedaleando con todas mis ganas, tarea muy dura por el desnivel y el viento en contra, pero el triatleta de larga distancia no teme la soledad y llegue a meta.
Todo mi esfuerzo volvió a verse recompensado con otro tercer puesto. Así que lejos de desanimarme, vengo con las pilas muy cargadas para el objetivo que me ha marcado esta temporada el CHALLENGE DE BARCELONA (Campeonato de Mundo de Triatlón Larga Distancia para Policías) y por supuesto con ganas de apretar el año que viene, que seguramente vuelva a tomar la salida de este campeonato, pues el recorrido fue precioso y tanto la organización a cargo de los Mossos d´Esquiadra perfecta como el ambiente de participantes genial.
Gracias a los que estuvisteis allí echándome una mano con ánimo y a los que no pudisteis estar.
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