miércoles, 14 de mayo de 2008

MARATON BARCELONA

BARCELONA 2-MARZO-2.008

Correr en una ciudad que es extraña, tiene su aliciente, en la medida que te puedes plantear la carrera de diversas formas: mejorar tiempos, “vivir” y sentir el comportamiento de una ciudad que no es la tuya, ajena a tus costumbres y paisaje, hacer turismo…


Me apunté allá por el mes de Octubre. Lo tenía claro. Iba a correr mi segundo maratón en una ciudad casi desconocida. La idea era buena: perfil plano, a nivel del mar, recorrido totalmente urbano, buena meteorología (se supone por la fecha).

El entrenamiento pues ya se sabe, con altibajos durante cuatro meses antes, más en serio los dos últimos y en serio total el último, con una rotura de fibras en la pierna a primeros de febrero que hicieron peligrar la participación.

El dia anterior a la carrera, recogida de dorsales, y visita a la feria del corredor. Todo muy bien organizado. Es lo que más destaco de esta aventura: la buena organización y el vuelco de la ciudad para la carrera. Luego algo de turismo, comida en la Barcelonesa con unos amigos, un buen arroz, tertulia, y a las 20’00 h. vuelta al hotel a cenar y descansar.
Mi objetivo era 3’45 h. y así me coloqué en unos cajones separadores puestos al efecto en la salida; entre 3’30 y 4’00 h.
A las 8’25 dieron la salida para los de silla de ruedas, ¿qué valor, por Dios!.
Y a las 8’30 en punto, la nuestra. 9100 corredores a la vez para afrontar el reto de acabar 42,195 kms. Desde mi posición tardé 3 minutos en salir andando y poder empezar a correr. Os hablaré de las sensaciones vividas.
Se ven más de 50 puntos turísticos de la ciudad (Torre Agbar, Sagrada Familia, Forum, Pto Olímpico, etc). La “meteo” muy bien, fresco al empezar, calor al final. Cada 5 kms avituallamiento con agua, bebida isotónica, frutas. Después del 10, cada 2,5 esponjas para lavarte y refrescarte . También cada 5 kms, animación callejera, con grupos en directo, gigantes y cabezudos, tamboriladas, bandas locales, etc. Esto os aseguro que anima muchísimo. Sonia me fue a ver al 10, al 20 y en el 30 corrió hasta el final conmigo.
Los primeros 30 fui muy bien, física y mentalmente. A partir de aquí, empezó mi “muro”. Del 30 al 35, aproveché una parada para orinar y estuve 1 minuto andando (estaba cansado); en el 35, fui otro minuto andando para tomarme un gel energético, ( estaba hecho polvo); en el 39, zona de las Ramblas, dos minutos caminando, (estaba roto). Ya en el 40, y gracias a los ánimos de Sonia y a la gente de la calle, y a que ya se veía el final a lo lejos, me recuperé (creo que el poder de la mente existe) y conseguí llegar al 42. Los últimos 195 metros, con el “We are the champions”, de The Queen, con un fabuloso Fredy Mercury, y un pasillo de cientos de personas animando, se hacen gloriosos, la piel de gallina, las piernas solas; y el tiempo se me paró en 4’02.
Objetivo conseguido a medias: mejoré mi marca personal, pero me quedé lejos de los 3’45. No importa. Vale acabar. La sensación que experimenta uno al cruzar la meta es indescriptible; sólo lo saben aquellos que lo han vivido alguna vez.
Luego dos días de agujetas, el tercero a nadar y el jueves como nuevo.
Mi acierto: tomarme la carrera como una visita turística.
Mi error: mala alimentación durante la carrera; no tomar el gel energético hasta el km 35, cuando estaba hecho polvo. Tarda unos 20 minutos en hacer efecto. Me lo tenía que haber tomado cuando iba bien, (allá por el 25 ó 27)
De todo se aprende, y ya lo sé para el próximo, (que quizá sea Roma el año que viene)Gracias a Sonia por su apoyo, ánimo y compañía en lo más difícil de la carrera.

Fdo: Sergio Avellaneda Club: C.A. Noble

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